Esta entrada está inspirada en mis amigos opositores al MIR 2017.
Está inspirada en mis amigos que renunciaron a su plaza en estos meses y tienen que empezar de cero (O eso sienten) para el Mir 2018.
Está inspirada en mis compañeros que son especialistas y subespecialistas hace tiempo.
Está inspirada en mis compañeros que son residentes.
Y supongo, que también, por todo eso, también en mi.
Hay muchísimos lugares comunes en la escritura. El reto para los que escribimos es no caer allí y decir lo dicho millones de veces con un lenguaje nuevo y fresco. Que suene en el corazón del que lo lee como agua de manantial. Claro, como pueden ver es bastante difícil. (He escrito "como agua de manantial"? Que cursi!)
Así que les pido perdón de antemano, porque sobrarán frases y clichés, pero mis habilidades no llegan a tanto.
Siempre que termina el año, por nuestra cultura de contabilizar todo y entender tácitamente que el tiempo está fijado para cada cosa, hacemos inventario. Unos más otros menos. Inevitablemente en algún momento miramos hacia atrás.
Esa misma costumbre de medir la distancia a nuestras metas en minutos y no en momentos es una trampa mortal, porque siempre estamos corriendo a no se sabe donde y siempre estamos mirando lo que nos falta. Cuando tratamos de evaluar lo recorrido, nos fijamos en cuanto queda y muy poco en lo que llevamos andado. Somos nuestro peor enemigo. Queremos ser lo que se espera que seamos y por si eso no basta, serlo cuando se espera.
Quiero cambiar.
Necesito cambiar.
(Y cada quien que piense lo que quiera respecto a sí mismo).
Si hay algo seguro, es que no vamos a vivir eternamente. También es seguro que no podemos retroceder el tiempo. Sólo podemos vivir aquí y hacer esto... lo demás sólo es melancolía.
Hay que ser muy valiente para mirarse a la cara en el espejo y ser capaz de decir que no a una especialidad que te costó tanto esfuerzo conseguir, porque sabes que no disfrutas en tu trabajo. Reconocer que no es lo que pensabas. No es lo que querías. Renunciar a un contrato asegurado por cuatro o cinco años porque decides serte fiel.
Hay que ser muy valiente para encerrarse a preparar el MIR. Para renunciar, sacrificar, esforzarse. Aislarse a veces de la vida de los otros. Hay que ser muy valiente para aprender a conocerse en ese proceso y ser capaz de parar en el autocastigo. Para mirarse como uno es. Para no sacar las cosas de contexto.
Hay que ser muy valiente para reconocer que la vocación no es lo único que importa. Para ser crítico con el sistema. Para cambiar desde adentro. Para ser fiel a ti mismo. Para decir que no. Para decir que si. Para enfrentarte a la incertidumbre y saber que hagas lo que hagas siempre habrá alguien que no estará de acuerdo, pero la única opinión realmente importante es la de tu conciencia.
A todos, les deseo que su inventario personal sea breve y eficiente. Nos permita deshacernos de viejas heridas, traumas y fracturas del alma. Permanecer de pie, aferrados a nuestros ideales y no darnos por vencidos por mucha presión que nos rodee. Ojalá dejemos de medirnos por tiempo, seamos capaces de rescatar todo lo bueno que vamos consiguiendo. Recordar que simplemente caminamos y que este paseo es finito y tiene aseguradas muchas piedras con las que vamos a tropezar.
La noche más larga del año...el día mas corto...
...por muy malo que sea...por muy bueno.... siempre se acaba.
Feliz Navidad a todos. Suerte en el MIR (que es muy importante la suerte, eh!). Ánimo en las decisiones.
Besos... con sabor a Síndrome de Residente.
Escalé muros, subí montañas, apagué incendios. Ahora, en un nuevo camino: Psiquiatría. El Diario blog permanece y pretende servir de ayuda a quien lo necesite. Espero que la bitácora les sea tan entretenida como es para mí terapéutica. En construcción permanente.
Mostrando entradas con la etiqueta ética. Mostrar todas las entradas
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22 de diciembre de 2016
Solsticio de Invierno
Etiquetas:
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medicina,
MIR,
MIR examen,
Mis predicados,
Post MIR,
vocación
31 de diciembre de 2012
Los años del encuentro...
Se va el dos mil doce, ya casi en sus últimas bocanadas de aire.
Leo y releo las publicaciones de los blogs amigos y de los de los amigos de los amigos..en fin, de mucha gente, y se repite en todos nuestro deseo de un mundo mejor, menos crisis, reflexiones y resúmenes de lo vivido durante este año...
Yo no creo que pueda añadir mucho más. Acabo de recibir la llamada de una paciente para desearme felíz noche vieja, y su llamada me recuerda el gran compromiso que tengo.
La medicina cambia muy rápido, cambian las terapias, los diagnósticos, las leyes que la rigen... cambia el sistema, descubren cosas que no podían haberse soñado y otras concluimos que veníamos haciéndolas mal. Sin embargo, hay algo que no cambia y no debe cambiar nunca: El encuentro entre el médico y su paciente.
Esa relación única y extraordinaria que hace que de la puerta para adentro de la consulta, la única ley que prevalezca sea la de "no hacer daño". Ese misterio que acerca a dos seres, el uno confía plena y ciegamente en el otro y éste a su vez hace todo lo posible e imposible por aliviar y ayudar a este. La consulta es ese sitio en el que se desnudan las personas, especialmente por dentro. Es ese refugio donde tenemos el privilegio de trabajar y de ser testigo de los misterios e la naturaleza humana.
Los médicos tenemos el máximo compromiso en mantener inmaculado ese concepto, el concepto del ejercicio de la medicina, ese valor, pese a los mundos que corren, pese al ruido del pasillo fuera de la consulta.
Mi comienzo del 2013 me llama a la humildad. Me dice que nunca me crea omnipotente. Que lo importante para mí tiene siempre que ser encontrar lo que le pasa al paciente y hacer lo posible por solucionarlo. Esto dentro de una relación cercana y respetuosa, pero sin que caerle bien al paciente sea un objetivo. Recordar que a veces lo que tenemos que prescribir es contrario a lo que el paciente quisiera. Es mi reto, mi reto del 2013: Ser mejor médico. Recordar que la medicina es una vocación y que se espera de mí diligencia y responsabilidad. Que no cierre los ojos o mire para otro lado ante los acontecimientos. Que defienda activamente lo que también consituye la salud de mis pacientes. (Sí, me refiero a acción dentro de las protestas contra el desmantelamiento de los recursos sanitarios en contraposición al despilfarro que sigue desangrando los presupuestos en otro tipo de cosas, a esas listas de espera eternas, a ese desvío de pacientes a la sanidad privada...).
Termino el año estudiando. Aquí en La palma cambió el tiempo otra vez, está nublado y fresquito. Tengo muy atrasada mi planificación personal, pierdo mucho tiempo (como ahora) divagando y divagando en lo que voy a elegir, en el terror que le tengo a cualquier tipo de guardia, en la evolución de la sanidad, el horario de trabajo, las listas de espera.... pero me siento a la vez afortunada de poder estar estudiando. Lo soy, soy una afortunada de estudiar lo que me gusta y tener la posibilidad de próximamente, especializarme.
Cada año que pasa reempiezo una búsqueda. Me busco en cada día, en la mirada del otro, y a veces surge la magia y me encuentro.
La foto que acompaña a esta entrada es de esas que andan por ahí por internet y pretende ser el acento gracioso que no puedo reprimi, después de estas reflexiones... serias.
Bievenido 2013. Sé que tengo mucho por aprender... que bueno que me des la oportunidad con tus nuevos días por descubrir.
Feliz año a todos!!!!!! Gracias infinitas por leerme y por tomarse ese ratito para comentar! Suerte y al toro!
Leo y releo las publicaciones de los blogs amigos y de los de los amigos de los amigos..en fin, de mucha gente, y se repite en todos nuestro deseo de un mundo mejor, menos crisis, reflexiones y resúmenes de lo vivido durante este año...
Yo no creo que pueda añadir mucho más. Acabo de recibir la llamada de una paciente para desearme felíz noche vieja, y su llamada me recuerda el gran compromiso que tengo.
La medicina cambia muy rápido, cambian las terapias, los diagnósticos, las leyes que la rigen... cambia el sistema, descubren cosas que no podían haberse soñado y otras concluimos que veníamos haciéndolas mal. Sin embargo, hay algo que no cambia y no debe cambiar nunca: El encuentro entre el médico y su paciente.
Esa relación única y extraordinaria que hace que de la puerta para adentro de la consulta, la única ley que prevalezca sea la de "no hacer daño". Ese misterio que acerca a dos seres, el uno confía plena y ciegamente en el otro y éste a su vez hace todo lo posible e imposible por aliviar y ayudar a este. La consulta es ese sitio en el que se desnudan las personas, especialmente por dentro. Es ese refugio donde tenemos el privilegio de trabajar y de ser testigo de los misterios e la naturaleza humana.
Los médicos tenemos el máximo compromiso en mantener inmaculado ese concepto, el concepto del ejercicio de la medicina, ese valor, pese a los mundos que corren, pese al ruido del pasillo fuera de la consulta.
Mi comienzo del 2013 me llama a la humildad. Me dice que nunca me crea omnipotente. Que lo importante para mí tiene siempre que ser encontrar lo que le pasa al paciente y hacer lo posible por solucionarlo. Esto dentro de una relación cercana y respetuosa, pero sin que caerle bien al paciente sea un objetivo. Recordar que a veces lo que tenemos que prescribir es contrario a lo que el paciente quisiera. Es mi reto, mi reto del 2013: Ser mejor médico. Recordar que la medicina es una vocación y que se espera de mí diligencia y responsabilidad. Que no cierre los ojos o mire para otro lado ante los acontecimientos. Que defienda activamente lo que también consituye la salud de mis pacientes. (Sí, me refiero a acción dentro de las protestas contra el desmantelamiento de los recursos sanitarios en contraposición al despilfarro que sigue desangrando los presupuestos en otro tipo de cosas, a esas listas de espera eternas, a ese desvío de pacientes a la sanidad privada...).
Termino el año estudiando. Aquí en La palma cambió el tiempo otra vez, está nublado y fresquito. Tengo muy atrasada mi planificación personal, pierdo mucho tiempo (como ahora) divagando y divagando en lo que voy a elegir, en el terror que le tengo a cualquier tipo de guardia, en la evolución de la sanidad, el horario de trabajo, las listas de espera.... pero me siento a la vez afortunada de poder estar estudiando. Lo soy, soy una afortunada de estudiar lo que me gusta y tener la posibilidad de próximamente, especializarme.
Cada año que pasa reempiezo una búsqueda. Me busco en cada día, en la mirada del otro, y a veces surge la magia y me encuentro.
La foto que acompaña a esta entrada es de esas que andan por ahí por internet y pretende ser el acento gracioso que no puedo reprimi, después de estas reflexiones... serias.
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:-D |
Bievenido 2013. Sé que tengo mucho por aprender... que bueno que me des la oportunidad con tus nuevos días por descubrir.
Feliz año a todos!!!!!! Gracias infinitas por leerme y por tomarse ese ratito para comentar! Suerte y al toro!
¡FUERZA AHÍ!
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27 de diciembre de 2012
SIN PRISAS PERO SIN PAUSAS
Estoy de paréntesis en Tenerife. Vine cargada con el material exacto para las asignaturas que me tocaban esta semana y casi casi he cumplido completamente lo programado. (Bien!!!!).
Estas cercanías y reencuentros se caracterizan por preguntas de la gente que "te quiere" y "se preocupa por tí"... y muchos no entienden, a pesar de ya haber vivido la preparación de otro MIR que haya venido a tenerife... y solo me dedique a estudiar.
Mañna me devuelvo. (Acompañada!!!) :-D
Recibiremos el 2013 por allá; con la certeza de que será maravilloso, lo empezamos lleno de esperanzas, de planes, de buena voluntad.
Tengo el reto personal de darme un baño de playa el 01 de enero. A ver si lo hago. (Lo documentaré con foto).
Aprovecho para dejar un mensaje a todos los que preparan em MIR en esta cohorte. Algunos pensarán en la competencia. Yo les miro como mis posibles futuros Co-R's. A todos, les deseo que mantengan la templanza y la serenidad. Que puedan serenarse frente a las preguntas y enfrentarlas como lo que son... un examen.
Puedo afirmar de manera fehaciente que el MIR es sólo un examen y no representa lo que somos, porque, como lo dije y lo dijo alguien más en otra ocasión: NO SOMOS UN NÚMERO. SOMOS MÉDICOS.
Nos toca un gran reto cuando superemos este: Luchar como ahora nuestros compañeros lo hacen, en defensa de la sanidad pública.
Felíz comienzo del maravilloso año 2013.
Año del renacimiento (posterior al fin del mundo y entradas en cinturones fotónicos de 5ta dimensión o algo así)
El año de los campeones, de los perseverantes, positivos.
El año de los ENTUSIASTAS DE LA VIDA.
Apúntenme en esa lista.
Este año va a ser el mejor.
Un abrazo de luz y buenas vibras para todos lo que se pasan por aquí.
Seguiremos informando.
Y se me olvidaba:
Estas cercanías y reencuentros se caracterizan por preguntas de la gente que "te quiere" y "se preocupa por tí"... y muchos no entienden, a pesar de ya haber vivido la preparación de otro MIR que haya venido a tenerife... y solo me dedique a estudiar.
Mañna me devuelvo. (Acompañada!!!) :-D
Recibiremos el 2013 por allá; con la certeza de que será maravilloso, lo empezamos lleno de esperanzas, de planes, de buena voluntad.
Tengo el reto personal de darme un baño de playa el 01 de enero. A ver si lo hago. (Lo documentaré con foto).
Aprovecho para dejar un mensaje a todos los que preparan em MIR en esta cohorte. Algunos pensarán en la competencia. Yo les miro como mis posibles futuros Co-R's. A todos, les deseo que mantengan la templanza y la serenidad. Que puedan serenarse frente a las preguntas y enfrentarlas como lo que son... un examen.
Puedo afirmar de manera fehaciente que el MIR es sólo un examen y no representa lo que somos, porque, como lo dije y lo dijo alguien más en otra ocasión: NO SOMOS UN NÚMERO. SOMOS MÉDICOS.
Nos toca un gran reto cuando superemos este: Luchar como ahora nuestros compañeros lo hacen, en defensa de la sanidad pública.
Felíz comienzo del maravilloso año 2013.
Año del renacimiento (posterior al fin del mundo y entradas en cinturones fotónicos de 5ta dimensión o algo así)
El año de los campeones, de los perseverantes, positivos.
El año de los ENTUSIASTAS DE LA VIDA.
Apúntenme en esa lista.
Este año va a ser el mejor.
Un abrazo de luz y buenas vibras para todos lo que se pasan por aquí.
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Tomado sin autorización de legrancoach.com |
Y se me olvidaba:
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28 de septiembre de 2012
Y mientras tanto en el mundo...
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Foto: La Ciénaga. Aragua. Venezuela. Autor: T. Evangelista. |
Estimados lectores:
Muchos de ustedes son compañeros sanitarios, otros son amigos y seguidores. En alguna que otra ocasión he compartido pinceladas con ustedes de mi formación y vida en Venezuela. Anécdotas sobre fiestas, canciones, delincuencia, propiedad privada y misiones sociales.
En casi todas las oportunidades he escrito que este es un blog apolítico. Pero apolitico no significa sin opinión, sin valores o sin juicio.
En España, los contemporáneos conmigo y los menores que yo, estamos viviendo un momento inesperado: "Crisis", "austeridad", "medidas", "paro", "pobreza", "exclusión sanitaria"... Palabras que sólo se manejaban en épocas de post guerra o dictadura. Todos los días hay una nueva noticia de un caso de corrupción. No importa cual partido político o localización geográfica, aquí "en todas partes cocen habas"... De manera descarada y vergonzosa salen a la luz tramas, expolios e irregularidades. (Y eso que la mayoría de las noticias están manipuladas!).
Del otro lado del mar, estamos a una semana de las elecciones más importantes que se hayan hecho jamás en Venezuela.
Como producto de décadas de desvergonzada corrupción, de amiguismos, de excluir deliberadamente al grupo deprimido económicamente, al punto de vivir como si no existieran pobres, de viajes a Orlando, Margarita, "ta' barato dame dos", sinverguenzura, despilfarro, malversación, nula inversión social... un dia explota la rabia contenida y se quiebra la estructura política, sufriéndose un caos que marcará un antes y un después.
Aparece en escena un grupo golpista que fracasa "por ahora" y que se transforma progresivamente en un movimiento político.
La gente está cansada, totalmente desesperanzada. Los pobres se saben invisibles, insignificantes para el resto de la población. El nuevo proyecto ofrece solvencia moral, rescate social, oportunidades para todos, justicia. Una idea, una voz, una imagen, una salida.
Llega al poder masivamente votado quien atentó directamente -fusil en mano- contra la democracia y al que el pueblo parece haber absuelto con sus votos.
Los años pasan y progresivamente el poder cambia de bando. Los pobres reaparecen con cargos y protagonismo político. Surgen misiones-panacea financiadas con el excedente de un barril petrolero no contemplado en los presupuestos, el más alto de la historia.
Cambia el nombre del país, la bandera, el escudo, la moneda, la hora y hasta la constitución. Cambia el uniforme de los cuerpos de seguridad, de los obreros y empleados públicos. Se tiñe de rojo lo que antes fuera verde o blanco. Pasa el tiempo, se fomenta la desaparición de la propiedad privada, la expropiación. La empresa más grande de latinoamérica y la más importante del país, con un sistema meritocrático de ascenso y personal especializado, sufre una purga de ideales capitalistas y de empleados independientes.
Hay obras importantes que empiezan y así quedan, como el Ferrocarril del Centro. Se inauguran otras, como el Puente Orinoquia. Se miente a destajo. Hay división entre la sociedad, se promueve la violencia, armarse, vigilarse, acusarse. "Ser rico es malo" aunque no se predique con ejemplo. Falta la electricidad, el agua, y especialmente cada vez hay más inseguridad. Más grupos de delincuencia organizada, más asesinatos, más muertes violentas.
Catorce años después de un gobierno monopartidista, el próximo 07 de Octubre, unas nuevas elecciones.
La gente está cansada, totalmente desesperanzada. Los pobres se saben manipulados, sin cambios a largo plazo en sus condiciones, engañados. No queda clase media. Hay miedo, mucho miedo, no se sabe lo que va a pasar. Muchos queremos creer que "hay un camino".
En este lado del mar, la España en la que vivo me recuerda a la Venezuela de los ochenta. No es comparación, nada es comparable, pero todo sistema corrupto cae por su propio peso.
El problema es lo que lo sustituirá.
No podemos esperar que cambie la historia de un país sólo porque cambia el usuario de una silla presidencial o los de un congreso de diputados. Hago el paralelismo porque somos pueblos hermanos con vicios en común. Tenemos que cambiar los ciudadanos. La mentalidad y los actos. Tenemos que mirarnos al espejo y asumir nuestras responsabilidades. Cambiar mientras hay tiempo. Protestar, exigir, buscar soluciones, oganizarse, votar, participar, sembrar, educar...
O aquí como allí, se repetirá la historia.
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