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26 de agosto de 2013

Soy lo que he aprendido...

Llevo tres meses como residente de Psiquiatría.

Tengo muchísima suerte. Si bien es cierto que mi perseverancia ha dado frutos (y es saludable que me lo reconozca a mí misma), también lo es que la fortuna me ha favorecido.

Un buen hospital, un buen servicio, buen volumen de trabajo, buenos resis y co-R's, buen equipo...

Tres meses de R1.

Apenas 8 Guardias de Urgencias Psiquiátricas.

Me acuerdo cuando leía los otros blogs, de gente que se había sacado el MIR y sus primeros días... y la emoción que me daba...las ganas de estudiar... de aguantar un día más... un sábado más...

Ahora estoy de este lado del teclado y no quiero olvidar lo que sentía.

 Quiero recordar que no soy nadie diferente, sólo una estudiante más -como todo médico- con la responsabilidad ineludible de estar preparada.

Quiero seguir estando aquí, en este blog - diario - MIR. Seguir estando para tí, futuro R y para tí que aún no terminas la carrera.

Porque es en ustedes y ojalá que en nosotros en los que está la esperanza


Psiquiatría es una especialidad tan diferente!!! Tan distinta a la medicina que estudiamos en la carrera!

Hay tanto que hacer... tanto por investigar... tanto por educar... por cambiar!

Ojalá que tú que ahora te preparas para el MIR o tú y yo que acabamos de empezar, formemos parte de esos médicos diferentes que tanto hacen falta en este mundo.

Sobretodo te pido, futuro residente/especialista, que cuando llegue un paciente a tí te deshagas de la etiqueta y puedas tratarle como un ser humano.

No existen bipolares, esquizofrénicos, depresivos, neuróticos, histéricos, psicóticos....

Existen PACIENTES CON esquizofrenia, con depresión, con Trastorno Bipolar, con neurosis, con histeria, con cuadros psicóticos...

y sigo...

No existen diabéticos, tuberculosos, sidosos... existen pacientes con diabetes, con tuberculosis, con infección VIH o con SIDA...

En mis guardias se repite siempre, se repite en todas,  que llega un paciente a triaje, e inmediatamente me llaman por el busca porque "este paciente es tuyo". A lo mejor tiene gastritis o se cayó en la calle o tiene un ACV... pero como está siendo tratado con medicación psiquiátrica... o como tiene un diagnóstico de enfermedad mental... es tuyo.

Pobre paciente, no tiene la culpa de nuestra sistemática ignorancia.

Siempre que empiezo un post, aunque no quiera termino aquí...

después de tres meses

ocho guardias...



Lo que siento como lo más difícil, es aprender a descubrir, quién realmente ES un paciente. 







Soy lo que he aprendido... falta tanto!




31 de diciembre de 2012

Los años del encuentro...

Se va el dos mil doce, ya casi en sus últimas bocanadas de aire.

Leo y releo las publicaciones de los blogs amigos y de los de los amigos de los amigos..en fin, de mucha gente, y se repite en todos nuestro deseo de un mundo mejor, menos crisis, reflexiones y resúmenes de lo vivido durante este año...

Yo no creo que pueda añadir mucho más. Acabo de recibir la llamada de una paciente para desearme felíz noche vieja, y su llamada me recuerda el gran compromiso que tengo.

La medicina cambia muy rápido, cambian las terapias, los diagnósticos, las leyes que la rigen... cambia el sistema, descubren cosas que no podían haberse soñado y otras concluimos que veníamos haciéndolas mal. Sin embargo, hay algo que no cambia y no debe cambiar nunca: El encuentro entre el médico y su paciente.

Esa relación única y extraordinaria que hace que de la puerta para adentro de la consulta, la única ley que prevalezca sea la de "no hacer daño". Ese misterio que acerca a dos seres, el uno confía plena y ciegamente en el otro y éste a su vez hace todo lo posible e imposible por aliviar y ayudar a este. La consulta es ese sitio en el que se desnudan las personas, especialmente por dentro. Es ese refugio donde tenemos el privilegio de trabajar y de ser testigo de los misterios e la naturaleza humana.

Los médicos tenemos el máximo compromiso en mantener inmaculado ese concepto, el concepto del ejercicio de la medicina,  ese valor, pese a los mundos que corren, pese al ruido del pasillo fuera de la consulta.

Mi comienzo del 2013 me llama a la humildad. Me dice que nunca me crea omnipotente. Que lo importante para mí tiene siempre que ser encontrar lo que le pasa al paciente y hacer lo posible por solucionarlo. Esto dentro de una relación cercana y respetuosa, pero sin que caerle bien al paciente sea un objetivo. Recordar que a veces lo que tenemos que prescribir es contrario a lo que el paciente quisiera. Es mi reto, mi reto del 2013: Ser mejor médico. Recordar que la medicina es una vocación y que se espera de mí diligencia y responsabilidad. Que no cierre los ojos o mire para otro lado ante los acontecimientos. Que defienda activamente lo que también consituye la salud de mis pacientes. (Sí, me refiero a acción dentro de las protestas contra el desmantelamiento de los recursos sanitarios en contraposición al despilfarro que sigue desangrando los presupuestos en otro tipo de cosas, a esas listas de espera eternas, a ese desvío de pacientes a la sanidad privada...).

Termino el año estudiando. Aquí en La palma cambió el tiempo otra vez,  está nublado y fresquito. Tengo muy atrasada mi planificación personal, pierdo mucho tiempo (como ahora) divagando y divagando en lo que voy a elegir, en el terror que le tengo a cualquier tipo de guardia, en la evolución de la sanidad, el horario de trabajo, las listas de espera.... pero me siento a la vez afortunada de poder estar estudiando. Lo soy, soy una afortunada de estudiar lo que me gusta y tener la posibilidad de próximamente, especializarme.

Cada año que pasa reempiezo una búsqueda. Me busco en cada día, en la mirada del otro, y a veces surge la magia y me encuentro.



La foto que acompaña a esta entrada es de esas que andan por ahí por internet y pretende ser el acento gracioso que no puedo reprimi, después de estas reflexiones... serias.


:-D

Bievenido 2013. Sé que tengo mucho por aprender... que bueno que  me des la oportunidad con tus nuevos días por descubrir.

Feliz año a todos!!!!!! Gracias infinitas por leerme y por tomarse ese ratito para comentar! Suerte y al toro!

¡FUERZA AHÍ!

29 de agosto de 2012

No estudiamos para esto!

...porque escribir ¡No estudié para esto! es quedarse corto.

     Salvo contadas excepciones, cuando se elige la profesión, se estudia, se levanta uno tempranito y pasa todo el día (y algunas noches) en el hospital / facultad, lo hace porque quiere.
     La vocación (Palabra que según wikipedia viene de "llamado") es precisamente esa voz, esa inquietud que nos mueve y nos empuja. A pesar de cualquier experiencia negativa de las que he tenido con pacientes, sea por ellos o por mí, no podría imaginar mi vida siendo otra cosa.

Tomado sin autorización de http://www.elpais.com/fotografia/espana/ninos/llegados/patera/ayer/Tarifa/elpdiaesp/20081208elpepinac_6/Ies/    Autor: MARCOS MORENO | 08-12-2008
     Nos gusta la gente. Nos nutren sus miradas, sus historias. No hay nada más maravilloso que ser testigo de como se mejora una persona en respuesta a un tratamiento que has prescrito (o que ha precrito un compañero!). Será vanidad para algunos, pero sé que hay otros que me entienden. Nos gusta escucharles, hablarles, explicarles, hacerles dibujitos. Padecemos cuando por agendas apretadas nos quedamos con la sensación de que no hemos hecho bien nuestro trabajo. Nos quedamos despiertos a veces, pensando en aquel paciente, en si lo orientamos correctamente, en localizarle, reencontrarle. Lloramos con él, nos hacemos otros con cada paciente. Se va llenando la biblioteca del alma con ellos, crecemos con cada uno.
     Y hablo de sanitarios, es verdad, pero dentro de la atención al paciente participan muchas personas. Insisto, salvo contadas excepciones, trabajamos con personas porque nos gustan. Porque queremos ser útiles a los ciudadanos. Porque a diario, desde gestos muy  pequeños como explicar varias veces el teléfono de las citas del especialista, llamar varias veces a la analítica a las personas mayores, ayudar a una persona a sentarse en la silla de ruedas..  Hasta decisiones en UVI o llegar a tiempo en la ambulancia, cada uno va solucionando problemas. Es la suma de esos actos la que cura pacientes y restituye capacidad funcional y mueve la economía y evita el ausentismo y previene cronicidades que ocuparán urgencias y camas y...

     No sólo no se respeta la esencia de nuestro trabajo. No se respeta la vida.


     No estudiamos para esto. No trabajamos para esto. Llega la hora en que somos confrontados con nuestros valores. La hora en que cada ciudadano deberá defender las cosas en las que cree, proteger el futuro de todos. Quiero pensar que la sociedad no es tan ingenua como para creerse el cuento de que todo esto es temporal. Quiero pensar que la gente tendrá un "llamado" a la humanidad, a la irreverencia, a la protesta. Quiero pensar que no estamos solos en esto. Que todos le pondremos un freno a la desverguenza de una clase política sin ningún tipo de valores, motivada por el dinero y la reelección. Hay maneras de gestionar las cosas, tiene que haberlas! en las que la mayoría ganemos. Con estas medidas todos perdemos, tarde o temprano.

     Mañana tú puedes ser un inmigrante ilegal. Mañana puedes quedarte sin trabajo, sin cotización, sin seguridad social.





     ¿Qué pasa en la tierra que el cielo cada vez es más chico?