25 de mayo de 2013

¡Felíz Cumpleaños, J.!!!!

Sin  vergüenza: 38. Bienvenido pequeño número a mi vida. Cuando tenía 10 y veía a los de 37, siempre pensaba que eran "Grandes". Me sorprendo a mí misma con la misma ilusión, las mismas ganas, el mismo ritmo, la misma alegría... y más ENTUSIASMO que nunca. He escalado montañas y muros, he apagado incendios y secado inundaciones... y aquí mi sonrisa sol. Que nunca se apague. Me declaro defensora de la alegría en todas sus variantes, defensora de la justicia, contraria a la inequidad. Me declaro hija del planeta, al cual atesoro. Me declaro amiga de mis amigos... hermana de mis hermanos, de sangre y de vida, de todos. Soy yo, soy otra tú. Que Dios me otorgue la oportunidad de ayudar a los que pueda, ahora más, en este camino que al fin he descubierto y empiezo a recorrer. Que nunca se me olvide de donde vengo, que nunca se me olvide que vivimos en un mundo que nos reta a seguir siendo personas... a pesar de lo que nos rodea. Que nunca se me olvide, que siempre lo recuerde: EL CARIÑO NO LE HACE MAL A NADIE y todos tenemos sed de cariño. Que vengan muchas serenatas más a las mañanas, muchos abrazos a los atardeceres... Más éxitos, más sorpresas, muchas muchas sonrisas sol! más vida! Súper psiquiatra!!! Yujuuuuuu! Que se pare el mundo... que hoy es mi cumpleañoooooos!!!!

22 de mayo de 2013

Para Pablo

El primer día del resto de mi vida llegué a la casa y me sorprendí a mi misma queriendo que fuera el día siguiente para volver.

A veces hay días, que se han esperado durante tanto tiempo, que aunque quieres compartirlos, no encuentras las palabras.


5 de mayo de 2013

De mudanza e Inventario

Es una gran oportunidad la que me ofrece este momento de mi vida.
Estoy en poda, en inventario, en transición.
Mi ropa, mis zapatos, mis libros, mi maquillaje, mis cosméticos, mis bolsos, mis medicamentos. Todo repasado para empaquetarse y formar parte de un nuevo lugar y una nueva vida -otra vez-.
Tengo un montoncito de libros que dejaron de pertenecerme cuando los terminé. Libros que voy a dejar en las esquinas de este, mi querido pueblo ciudad, para que tengan alas y lleguen a otras casas. Tengo ropa que no me queda. Ropa que nunca me voy a poner. Ropa que me regalaron y nunca cambié -por mis principios-. ¡Que felíz sería esa ropa si pudiera cobijar a alguien que de verdad le necesitase!
Tengo una bolsa con tratamientos potenciales si se completan las dosis, porque hasta ahora los fármacos no venían justos y siempre te sobraban una o dos.
Tengo manuales, tests, simulacros y apuntes para el MIR que también van buscando nuevos ojos, nuevas manos, nuevos corazones.
Tengo, especialmente, unas ganas inmensas de empezar. De dejar todo lo que debe salir de mi vida, no necesariamente malo, sino que ya no forma parte de mí.
En esta metamorfosis de pregunta a respuesta que he sufrido este último mes, en este proceso en el que he desterrado la duda y he apostado por la verdad, en este rincón donde me veo y me doy un voto de confianza, ya no cabe nadie. La serenidad lo inunda todo.
El viento mueve la ropa del techo del vecino mientras se va haciendo de noche en La Palma.


Foto: J.