Y es que me leo a mí misma y sé que sueno redundante. Que me repito, me insisto, me convenzo.
Son muchas las piedras y muchos los tropiezos a lo largo de la vida que me faltan. Son muchas las olas por remontar y algunas ya vividas aún me dejan el sabor a sal en la boca del último revolcón. Me falta atravesar noches oscuras y saborear las frutas amargas.
No es pesimismo o peor aún: catastrofismo. Es la esencia de la vida, la que afirma que nada es blanco o negro, todo está lleno de colores y matices.
¿Por qué entonces habría de buscar la ruina voluntariamente? ¿Por qué aumentar el peso del fardo? ¿Para qué o para quién, si el espejo solo arroja mi reflejo?
Soy una explosión de energía, un volcán de sabiduría cuando se trata de aconsejar a los demás... pero le temo a mi vulnerabilidad. La que se escurre chorreando y me susurra al oído que "es difícil"...
Yo , mi , me, conmigo... y mis circunstancias."Si no la salvo a ella no me salvo yo". Y eso, si sé quien lo dijo e imagino que los lectores también.
-20 días... 24A Madrid
5 comentarios:
Puedo escribirte al email?
Claro!
Ok. Gracias. Ya lo hice x interno.
Estimado anónimo: No me ha llegado nada al correo. Revisa por si acaso.
Acabo de reenviarte desde gmail
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