8 de diciembre de 2010

LUCES Y MEDICINA VENEZOLANA

Preparadas para salir al bordillo de la ventana

Algunos balcones por la calle (y las gotas de frío y humedad!)

Hoy es el día de la Inmaculada Concepción. En España, 8 de Diciembre es sinónimo de puente. En Lyon, Francia, hoy es una noche muy especial: Las ventanas de los lyoneses se iluminan con pequeñas velas de té: Fiesta de las Luces y durante 4 dias se prolongan las celebraciones. (Hacer click en el enlace para más información). Hace 2 navidades lo experimenté y es verdaderamente mágico, las velas en las ventanas producen una atmósfera muy cálida, que contrasta con lo frío de la noche, pero además hay música, artistas callejeros y especialmente "performances" que mezclan luces y sonidos en los edificios más importantes de la ciudad. (Es muy rico tomarse un vasito de vino caliente con especias mientras se recorren las calles!). Si alguno tiene la oportunidad de visitarlo, que no se lo pierda.

Algún suspicaz lector se habrá intrigado con la segunda parte del título. Soy venezolana. Nací, crecí estudié medicina en Venezuela. En un post pasado comentaba un poco lo que fué atender mi primer parto o también he hablado de mi año rural. No se puede condensar toda la experiencia del pregrado y la rural en un post, porque no se puede resumir la historia individual en palabras. Puedes crear imágenes y sentimientos en quien está del otro lado de la pantalla, puedes estimular su curiosidad (o su crítica como dice Vargas LLosa), pero dificilmente podrás decirlo todo.

Quiero, dada la fecha, echar yo también un "poco de luz" sobre  algunas creencias que circulan por ahí sobre la medicina venezolana, para  aclarar, lagunas y confusiones,  o intentarlo, desde mis recuerdos y mis anécdotas.

1. Acceder a un cupo para estudiar medicina es tan difícil como en cualquier otro país. Existe un proceso de selección "prueba de aptitud académica" que es más o menos como la selectividad de aquí y  (aunque el alumno no puede elegir las asignaturas  a las que se examina)  que forma parte del baremo tomado en cuenta, junto a tu expediente, para poder ingresar. Algunas facultades, además de ese requisito, exigen aprobar una prueba interna. En mi caso, estudiaba en la facultad de Ingeniería Química (llevaba 3 años, una barbaridad) y sentía que no era lo mío ni mucho menos. Después del proceso por el que pasa todo el mundo y una prueba de acceso pude obtener una plaza, no me pareció fácil, y muchos se quedaron fuera.

2. Los médicos venezolanos no somos señoritos ni nada de eso. Cuando alguien alegremente dice que "no queremos ir a trabajar a un barrio", no sabe lo que está diciendo.
En primer lugar, por ley, todos al licenciarnos tenemos que ejercer en un medio rural. Es frecuente que algunos compañeros por ejemplo de la universidad Central de Venezuela se desplazen al amazonas (Sí, al Amazonas, donde están las serpientes, la selva y especialmente el paludismo); lo que digo lo digo con conocimiento de causa, pues estuve a punto de irme. Fuí a una reunión en el Ministerio (sería el equivalente al de Sanidad y Política Social en España) con el coordinador de la rural en ese estado. Nos mostró fotografías, mapas y explicó como funcionaba el sistema. La movilidad era por ríos, tenías un microscopio para hacer tu mismo la gota gruesa, tu población incluía indígenas... Él mismo había sufrido Paludismo según nos contó - "Es parte del trabajo"- (al final no me fuí como habrán leído en otros posts, pero se fueron personas que conozco).
El sitio en el que hice mi rural no era una urbanización de clase alta ni llegaba a media y ya relaté que había tráfico de drogas y que me pincharon las ruedas a mi coche una vez, por ejemplo. (no tenía teléfono, ni ordenador, que son cosas que algunos aquí damos por asumidas). A algunos de mis mejores amigos -hicieron su rural en el LLano Venezolano- les persigió un paciente cuchillo en mano (no era un brote psicótico). En una ambulancia en la que trasladas a un paciente desde un ambulatorio al hospital, es usual que te acompañe un "amigo" del herido, pistola en mano, con la amenaza de que "si él se muere te mueres tú".  Tampoco es inusual que al llegar a la emergencia del hospital se desate una balacera para "terinar lo que se empezó". Pero sólo estoy hablando de zonas del país que no llegan ni a un tercio de la violencia y delincuencia de Caracas, de eso no puedo hablar porque allí yo no tengo experiencias.
Existen médicos cubanos que han muerto en los barrios en los que trabajan, igual que han muerto médicos venezolanos. Yo creo que un médico de cualquier nacionalidad merece condiciones dignas para trabajar, no? Exigirlas no significa ser señorito.

3. La financiación de Barrio adentro y los hospitales. Yo no pienso entrar en discusiones políticas, porque mi tendencia, mi acuerdo o desacuerdo con la actualidad política venezolana es aburrida y no le interesa a nadie. Sigo insistiendo en que quiero ilustrar un poco lo que yo he vivido, desde MI EXPERIENCIA, para algunas personas que pienso no lo saben.
El sistema sanitario venezolano está subdividido en dos tipos de instituciones públicas: Los centros dependientes del "Instituto Venezolano de los Seguros Sociales" (IVSS) y que corresponden a los trabajadores,  a los que cotizan; y los centros dependientes del Ministerio. Éstos últimos, a su vez, están parcialmente descentralizados: Venezuela políticamente se subdivide en estados (como decir comunidades autónomas) y los estados se dividen en municipios. Cada municipio cuenta con una Dirección General de Salud. De cada dirección general de salud se derivan distintos centros por niveles de atención: Ambulatorios tipo 2, tipo 1 y medicaturas rurales o NAPs o consultorios rurales/comunitarios. Los fondos van desde el ministerio a los estados (que generalmente tienen un organismo rector, por ejemplo en Aragua Corposalud, en Carabobo Insalud) y  de allí a cada DMS. Valga decir que los médicos rurales además son los que hacen pedidos de insumos y dan cuentas de lo consumido, son una especie de figura administrativa, aparte de sanitaria,  un "director/gestor. (al menos en mi época y en mi centro).
Con algunos sesgos, omisiones y variabilidad, ese era más o menos el estado administrativo sanitario. Los consultorios de barrio adentro, los centros integrales de diagnóstico y algún que otro tipo de centro sanitario de nueva creación, no dependen del ministerio (que yo sepa, ojo). Al menos en Aragua, los consultorios de Barrio Adentro eran independientes de la dirección municipal de salud. La partida presupuestaria entonces, asumo, no debería ser la misma que para los hospitales, no sale del mismo fondo. La existencia de unos no debería implicar la decadencia de otros.
Los insumos hospitalarios, el mantenimiento, las contratación, los recursos humanos, dependen del Ministerio, salvo los que están adscritos al IVSS.

4.Los médicos venezolanos en España. tema álgido, duro y difícil de roer, porque como diría el poeta: "En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira".
Sólo dar unas pinceladas al asunto: La carrera tiene una duración de 6 años en Venezuela, igual que aquí. Ningún médico puede ejercer en España si no tiene homologado el título al correspondiente español. Para eso hace falta un trámite que está muy lejos de ser "simple burocracia". En mi caso se demoró nada más y nada menos que 3 años el proceso (es verdad que conozco a compañeros a los que les ha sido más breve y sencillo, sobretodo más recientemente); precisé presentar una prueba de conjunto (con asignaturas de los 3 primeros años de carrera). 
En el mundo todos los profesionales ( y no profesionales) emigran. Hay médicos  españoles que se van a Portugal, por ejemplo. Yo no creo que se deba juzgar a alguien por emigrar; Insisto, no pienso entrar en detalles sobre eso. Doy la bienvenida a las posturas que cada quien tenga al respecto, siempre desde el respeto.

Horacio Quiroga una vez escribió un decálogo para el cuentista, que si mi memoria no me falla, decía que no se debe escribir desde la emoción. El buen cuentista era aquel que pasada esa efervecencia, logrababa revivir en sus palabras los sentimientos y trasladarlos al lector.
Bueno, señor Horacio. Esto no es un cuento. Estoy visceral y emocionada, pero he tratado de ser objetiva y respetuosa. Al aire lanzo el post, esperando que llegue a quien lo necesite. Ni más, ni menos. Sigo estudiando para mi meta del 29 de Enero, porque el examen que presentaré, es difícil, para mí y para el resto de opositores. 51 días y contando...


08.12.2010






6 comentarios:

Winnie dijo...

Gracias por contarnos algo de ti y sobre todo de Venezuela (para mi desconocedora de la Medicina en el extranjero es curiosisimo lo que has contado)
Ya sabes que tengo familia médica...y siempre me gusta saber de ello.
Por cierto...aprendí hace 3 años lo del vino caliente en algunas ciudades europeas y me encantó. Un beso

R-menor dijo...

Gracias a tí, Winnie. Por tomarte la molestia de comentarme, (cosa que no suelo hacer cuando te leo por falta de tiempo!) y especialmente por leerme.
Un abrazo!!!!

VISUALGUILLE dijo...

Curiosas experiencia, para que luegonos quejemos de lo que nos toca vivir en "el primer mundo"

Fernando Comas/PHARMACOSERÍAS dijo...

Gracias por tu "post" tan esclarecedor sobre la realidad de la medicina en Venezuela.
No debemos "bajar la guardia". Son muchas las tonterías que se dicen por ahí sobre el país. Yo tengo una lucha permanente por desmentir falsedades.Ya no estoy solo.
Gracias de nuevo.

Nebulina dijo...

Me gusta bastante conocer el sistema sanitario (tanto el sistema en sí como el acceso a Medicina) en distintas partes del mundo. Y que quieres que te diga, igual que me planteo emigrar, entiendo que otros lo hagan. Me jode que el motivo sean unas malas condiciones, pero entiendo que no todo el mundo tiene ganas de luchar por cambiarlas. Al menos yo no me veo haciéndolo en España (que sí, estamos mejor que otros pero dista mucho de lo que viven en otros países)
Un beso!
(por cierto, ahora me apetece vino caliente...siéntete culpable ;;)

Anónimo dijo...

Muy interesante reflexión e iluminadora de como es la situación de la medicina en Venezuela.

Un abrazote,

Amber